
Según fuentes policiales, todo ocurrió en la localidad de Las Talas. Allí, un chico de 12 años jugaba con sus dos hermanos menores con una botella de alcohol, un encendedor y se perdió fuego.
La imprudencia en el manejo de los elementos hizo que la víctima sufriera graves heridas. En primera instancia, se quemó la mano y luego el torso, cabello y cara.
Sus hermanos, al ver la situación, intentaron ayudarlo arrojándole agua. Ante la alerta, el padre llegó al lugar y pudo asistir al damnificado.
El menor herido fue trasladado al Hospital Marcial Quiroga. Quedó internado en el nosocomio y estaría fuera de peligro.